jueves, 24 de diciembre de 2009

Joe Kubert


Una leyenda viva en el nuevo siglo

Joe Kubert es una leyenda, y sigue entre
nosotros ofreciéndonos trabajos de gran altura que no dejan de sorprendernos. Hemos podido disfrutar en pocos meses de las tres últimas obras del maestro, obras nacidas en este nuevo siglo, Tex :El Jinete Solitario, Sgto. Rock: Entre el infierno y algo peor, y Yossel, 29 de Abril de 1943; la humildad y el oficio de este hombre de setenta y ocho años sólo pueden resistir la comparación con otro maestro: Will Eisner.

Su vida. Breve aproximación

Joe Kubert nace el 18 de septiembre de 1926 en un pequeño pueblo al este de Polonia, Yzeran. Emigra junto a su familia cuando todavia no tenía ni dos meses de edad. En el barrio de Brooklyn pasó su infancia, su precoz afan por dibujar ha marcado toda su vida, el deseo de trabajar como dibujante vino inspirado por los comics nacientes de aquella época mágica de invenciones, tres fueron sus principales influencias reconocidas Alex Raymond que realizaba Flash Gordon, Milton Caniff con su Terry & The Pirates y como no podía ser de otra forma Harold Foster y su Prince Valiant. En aquellos años los superheroes no existían.
Comenzó a trabajar profesionalmente como entintador a la edad de doce años para MLJ Publications de la mano de Harry “A” Chesler, en poco tiempo ganaba más dinero que su padre que era un carnicero kosher. Se realizaban comics que costaban 10 centimos y tenian 64 páginas, para aquel niño que nada sabía encontrar trabajo no fue dificil con aquel mínimo de aptitudes porque se tenian que hacer tantas páginas que no suponia una perdida económica importante para la editorial el contratrarlo; dándole la oportunidad de conocer el oficio. Aquel año, 1938, en el més de junio, apareció Action Cómics nº1, nació Superman.
En 1942 publicó su primera historieta Volton en Cat Comics. En estos años trabajó en personajes de la Golden Age como Hawkman
, Flash o Zatara, de la mano de Sheldon Mayer uno de los primeros profesionales del cómic que trabajó en All-Stars Comics con personajes de éxito y tuvo un papel importante en la aparición de Superman.


En 1952 participó en el primer cómic que se realizaba en 3-D, Mighty Mouse, de estos años datan innumerables historias cortas y un personaje de propia creación Tor. Conoce a Bob Kanigher que se encargada de la linea de guerra de DC Comics, Our Army at War, GI Combat, Star Spangled War Stories y Our Fighting Forces. A reseñar de entre todas aquellas historias la creación de dos personajes emblemáticos Sgto Rock y Enemy Ace. Sgto Rock fue un personaje tan popular que acabó teniendo serie propia en poco tiempo y ha sido publicado durante más de treinta años ininterrupidamente hasta los años 90. Enemy Ace está considerada como la mejor serie bélica tras los comics que realizaba Harvey Kurtzman a mediados de los años 50.
En el año 1956, bajo una idea de Julius Schwartz, y tras la debacle para los comics que suspuso la aparición del libro del Dr. Frederic Wertham, Seduction of the Innocent, cuando nada más se publicaban nueve comics de superheroes y casi todos ellos eran de Superman o sus epígonos, aparece Showcase nº4 con la historia Presenting the Flash!, Kubert entintaba los lapices de Carmine Infantino y con este cómic se inauguraba la Silver Age.
Entre 1965 y 1967 adapta la novela de Ro
bin Moore, Tales of the green beret, para el Chicago Tribune. Desde el año 1967 y hasta 1976 fue director de publicaciones en DC Comics. Cuando en 1972 Western/Gold Key pierde los derechos de la serie Tarzan, y DC Comics los adquiere, Kubert consigue salir del encasillamiento militar al que estaba forzado. Una serie en la que habian trabajado autores como Hal Foster o Burne Hogarth se transformaba en un trabajo de ensueño para Kubert. En abril de 1972, en el nº 207 de Tarzan, Joe empezó a encargarse de la serie hasta que la dejó finalmente, como editor y guionista, en el nº 250 de mayo de 1976. En este año nace la Joe Kubert School of Cartooon and Graphic Art.
Kubert ha realizado las novelas gráficas Abraham Stone y Tor, en 1996 publicó la aclamada Fax From Sarajevo, basada en la pesadilla que vivió su editor Evin Rustemagic atrapado en la ciudad de Sarajevo durante la guerra de Bos
nia. En 1999, Watson-Guptil publica un libro didactivo de Kubert sobre la creación de personajes para el cómic Superheroes: Joe Kubert’s Wonderful World of Comics.
Con el nuevo siglo han aparecido tres trabajos
en los que Kubert parece saldar deudas con su pasado, con el western, que ha excepción del fallido Firehair, nunca había realizado un trabajo de gran extensión, con el personaje Sgto. Rock tras más de medio siglo de haber sido creado, y con su lugar de nacimiento y para con una de las grandes vergüenzas de la historia, el exterminio judio.


Tex. El Jinete Solitario

Sergio Bonelli encargó en el año 1994 está ext
ensa narración de 224 páginas a Claudio Nizzi y Joe Kubert. Tras una amplia gestación vió la luz en el Tex Albo Speciale nº15 en julio de 20011.
Esta extensa narración está dividida en cinco partes bien definidas, una primera con el inicio del conflicto mediante la masacre de una fami
lia de colonos que Tex iba a visitar por amistad junto con el enfrentamiento inicial de nuestro heroe con los cuatro criminales. Las cuatro partes siguientes corresponden al enfrentamiento con cada uno de los asesinos. Los villanos son personajes tópicos dentro de la historia del western. El hermano de un ganadero poderoso, el pistolero pendenciero que regresa a su localidad natal, un asesino cuya relación con el sheriff es un tanto oscura, o el indio que ha deshonrado a su tribu.
En esta obra de “genero” Kubert nos da una lección de narrativa al utilizar como nadie un gran número de planos diferentes con una habilidad innata para contarnos una historia que sin querer desmerecer la labor del guionista nos sabe a conocida.


Sgto. Rock. Entre el infierno y algo peor

Este Sgto. Rock se publicó dentro del sello Vertigo de DC Comics el pasado año 2003 consta de una historia de 143 páginas dividida en cinco capítulos y un epílogo. Escrita por Brian Azzarello, es dibujada por un Kubert con un estilo más del gusto actual menos recargado y con un color delirante que enmascara y ocu
lta el lapiz del maestro.
Azzarello envuelve a la Compañía Easy en la batalla del bosque de Hürtgen en la frontera entre Alemania y Belgica en las postrimerias del año 1944, contándonos la clásica historia de superación y valor de unos pocos frente a la acometida de un ejercito superior como el alemán, en retirada, pero con un armamento de mayor calibre. Se añade una subtrama de asesinato entre las filas de la compañía y la necesidad de Rock, como mando, de encontrar al responsable o responsables de este acto inquino en mitad de una batalla.
La resolución de esta batalla y la trama de a
sesinato se nos cuenta en un capítulo con un elegante montaje en paralelo que resuelve los dos conflictos planteados. Cabe destacar el saber hacer de Kubert a la hora de planificar la página usando en todo el libro una línea de tres viñetas por página y dándonos una lección de narrativa.


Yossel, 29 de abril de 1943

De las tres es posiblemente la obra más conseguida. Fue publicada por Ibooks en octubre del año 2003. No es una historieta sino más bien un relato ilustrado ya que cada página contiene una media de tres dibujos con la ausencia del marco de viñeta, muy al estilo de Will Eisner, y un profuso texto. Se presenta este trabajo bajo el desnudo lapiz del maestro que no duda hasta en dejarnos las marcas de encuadre de inicio del dibujo.
Nos cuenta la historia de Yossel, un niño nacido en la población de Yzeran en Polonia, pero que a diferencia de nuestro autor no emigró a America.Yossel desde muy niño demuestra sus dotes para el dibujo. Poco a poco el horror del Holocausto lo va envolviendo todo primero con el viaje y estancia en el gueto judio de Varsovia y más tarde desde la historia contada por el “rebbe” sobre los campos de concetración.
Una vez más las atrocidades de todos conocidas nos son contadas, el autor consigue que no perdamos en ningún momento el interés por la historia, con la capacidad de fascinarnos una vez más ante la incredulidad de lo que se nos está contando. Esta obra consigue transmitirnos el dolor y el desasosiego que sienten los personajes que no saben bien que es lo que está realmente ocurriendo, que no creen que los nazis deseen realmente exterminarlos.
Esta obra nos demuestra que la edad no es impedimento para la claridad de ideas que desmuestra un Kubert en uno de su mejores momentos creativos.

© Pedro F. Navarro, 2004

(Artículo publicado originalmente en la revista Las Estaciones de Nemo nº30 en el verano de 2004)

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Nicolas de Crécy

El sueño de un día de carnaval

Hasta la publicación este año de la trilogía L
eón la Came, Nicolas de Crécy no era más que un desconocido para el público español, del cual sólo habíamos visto un álbum primerizo de su época de estudiante, Bug Jargal. Esperamos que poco a poco esta situación se regularice y podamos ir viendo publicada en nuestro país la obra de este autor tan personal y único como inclasificable.

Un comienzo

Nicolas de Crécy nace en Lyon el 29 de septiembre de 1966. Su primer contacto con una historieta en su infancia fue siendo él muy pequeño y con apenas fuerzas para sujetar aquel enorme libro rojo Rien n’est simple del gran Sempé, “Sin comprender evidentemente el sentido de los textos inscritos sobre el dibujo, quedé fascinado por aquel amasijo de líneas cruzadas, finas y complejas, que describían un extraño mundo [...]. Si era posible viajar sin limites entre los diferentes elementos de la composición, era imposible el comprender como habían podido ser concebidas semejantes imágenes. Era un misterio que me prometí esclarecer.” 1
Estudia Artes Aplicadas en Marsella en 198
4, más tarde estudia Bellas Artes en Angoulême en la especialidad de historieta. En 1987 realiza su primer trabajo, un encargo que habían propuesto a Sylvain Chomet compañero de clase por aquel entonces, adaptando el libro Bug Jargal de Victor Hugo, con un estilo aún un tanto mediocre, acaba resultando ser un libro que ambos autores han repudiado y que no suele aparecer en sus bibliografías. Trabaja un año en los Estudios Disney Francia en 1990 realizando fondos y decorados. En octubre de 1991 publica su primera historieta como profesional siendo aclamada por la critica, Foligatto.

Regreso a Eccenihilo

Una ciudad Eccenihilo cuya violencia preocupa a sus autoridades. Una idea para combatirla, organizar un carnaval para que la gente se divierta. Un cantante de opera que triunfa por todo el mundo es oriundo de Eccenihilo, Foligatto. Las autoridades le invitaran para que se convierta en rey del carnaval. Durante el segundo recital de Foligatto su voz huirá.
Una obra de compleja factura, de puesta en escena impecable, de dibujo sorprendente y extraño, con unos decorados y una ambient
ación barroca que nos sumerge en la suntuosidad de una ciudad que se nos antoja real en pocas viñetas, indudable precursora de la que más tarde será, en la trilogía Le bibendum celeste, New York-sur-Loira. El rojo lo impregna todo y el carnaval es la excusa perfecta para que el autor nos muestre sus capacidades.
Extraño trabajo que supuso con su aparición un avance en la experimentación gráfica del lenguaje de la historieta en Francia, adem
ás de un éxito de ventas para indudable alegría de sus editores.


Robo de narrador


El profesor Lombax, desde una posición atípica, se nos presenta al inicio de la trilogía Le bibendum celeste como el narrador de la historia de una joven foca con muletas, Diego, a su llegada a una enorme ciudad industrial y polucionada con una población de trece millones de habitantes hacinados, New York-sur-L
oira.
Serafín, un demonio de pocas luces, intentará por todos los medios que la historia no avance como debe para desesperación del profesor
Lombax.
A la llegada de Diego las autoridades locales le seleccionaran para un experimento intelectual que desembocará en su elección como candidato ideal a un premio que se otorga cada cien años, el premio Nobel del amor. El diablo, Satanás, una vez fracasados los esfuerzos de Serafín, hará acto de presencia para hacerse cargo de la narración e intentar que no se otorgue este nuevo premio que tantos quebraderos de cabeza le ha dado en el pasado. Serafín eliminará de escena al narrador Lombax r
obando la historia.
Le bibendum celeste es la primera obra con guión de De Crecy, una trilogía surrealista que parte del clásico argumento de la lucha entre el bien y el mal.
Irónica y desgarradora, se aparta de cualquier regla de la narración para contarnos una historia fresca e impredecible donde los dive
rsos tratamientos gráficos nos van indicando los cambios de narrador. Nos presenta una ciudad roja y gris en contraste con un infierno donde predominan los rojos y los azules. La contraposición entre los “negativos fines” de los notables de la ciudad y las “buenas intenciones” de Satanás es uno de los puntos fuertes de la obra. Verdadero homenaje a los expresionistas alemanes. Una obra imprescindible.

La condición humana


León, el abuelo Houx-Wardiougue, tras treinta años sin tenerse noticias suyas regresa con su familia siendo un revulsivo para todos sus miembros en especial para Géraldo-Georges., Gégé, al cual abrirá los ojos a la vida, haciéndole olvidar sus problemas digestivos. La peripecia vital de Gégé será el principal hilo conductor
de esta saga familiar en la mejor tradición de la literatura francesa. Nuestro personaje siempre necesitará de un guía, siendo en este primer álbum su abuelo, en el segundo el libro de Brian Molduren, o en el tercero el enigmático personaje Monsieur Chose.
La trilogía León la came es la segunda colaboración con Sylvain Chomet. Comenzó a publicarse en 1993 en la revista A Suivre. El
dibujo más pausado se pone al servicio de la narración y donde antes había diversidad gráfica ahora se impone el autor una austeridad que no le resta ni un ápice de calidad a la obra.


El intrépido reportero


Clarque Quinte orondo periodista que trabaja para el Daily Planete, aficionado incansable a grandes pasteles, recibirá de un benefactor alienigena una naranja que le dará poderes y le transformará en Super Monsieur Fruit.

Los dos volúmenes de Monsieur Fruit son un hallazgo de libertad, sus dibujos han sido desprovistos de cualquier andamiaje académico. Destaca la sencillez demoledora de esta obra dirigida a un público infantil que no por ello pierde su entidad.

Consciencia mitológica

Según Laetitia Bianchi en el prólogo a Prosopopus, este es un animal mitológico que devora por igual tanto grandes cantidades de lec
he fermentada como hombres., y a cuyo aspecto enorme no le podemos enfundar ninguna apariencia conocida.
Un asesino mata a un hombre, consigue huir y refugiarse en manos de una prostituta. De la mezcla de la sangre del hombre asesinado
, del esperma y del humo de un cigarro se creará el prosopopus que en esta obra adquiere tonalidades de conciencia. El autor consigue sin palabra alguna, ya que se trata de un álbum mudo, no sólo un ejercicio de estilo, sino una vez mas una muestra de su saber hacer, de la exquisitez de sus decorados o su puesta en escena. Este libro tan peculiar nos atrapa hasta su última viñeta. Sin lugar a dudas una de las mejores obras del año pasado en Francia.

Un final


Sirva este breve repaso a las historietas realizadas por Nicolas De Crecy como un acercamiento a su obra y al contexto que ésta representa para la historieta del país vecino. Si existe la historieta expresionista quizás sea De Crecy su mayor exponente en la actualidad. Queda pendiente para otra ocasión el poder hablar del trabajo de este autor más allá de la historieta, como sus cuentos y obras ilustradas o su próximo debut como realizador de un largometraje de animación que tras dos años sigue en producción L’Orgue de barbarie.


Bibliografía del autor en Francia

Todas las obras con guión y dibujo de Nicolas de Crécy excepto en las que se indique lo contrario.

  • Foligatto. Textos de Alexios Tjoyas. Les humanoïdes associés. 1991 (2ª edición en 1998).
  • Le bibendum celeste, vol I. Les humanoïdes associés. 1994.
  • León la came, vol I. Sylvain Chomet. Casterman. 1995. (Nueva edición bajo sello Casterman Classiques en 2002).
  • Monsieur Fruit, vol I. Éd. du Seuil. 1995.
  • Monsieur Fruit, vol II. Éd. du Seuil. 1996.
  • Laid, pauvre et malade. León la came, vol II. Sylvain Chomet. Casterman. 1997.
  • Priez pour nous. León la came, vol III. Sylvain Chomet. Casterman. 1998.
  • La nuit du grand mechant loup. Textos de Rascal. Éd. Pastel, l’école des loisirs. 1998. (Cuento ilustrado).
  • Gosse de riche!. Textos de Joseph Périgot. Casterman. Col. Romans casterman dix & plus. 1998. (Libro ilustrado).
  • Le bibendum celeste, vol II. Les humanoïdes associés. 1999.
  • Plaisir de Myope. Éd. Cornelius. 1999. (Ilustraciones).
  • Le roi de la piste. Éd. PMJ. 2001. (Cuento ilustrado).
  • Lisbonne, voyage imaginaire. Textos de Raphaël Meltz. Casterman. 2002. (Libro ilustrado con formato álbum).
  • Le bibendum celeste, vol III. Les humanoïdes associés. 2002.
  • Monographie. Editions de L’an 2. Col. Etoiles de l’image. 2003. (Libro de ilustraciones y ensayos sobre el autor).
  • Prosopopus. Éd. Dupuis. Col. Aire libre. 2003.

Bibliografía del autor en España

  • Bug Jargal. Sylvain Chomet. Adaptación del libro homónimo de Victor Hugo. Editorial Ikusager. Col. Imágenes de la historia, núm. 16. 1989.
  • Léon la came, vol I. Sylvain Chomet. Editorial Planeta-deAgostini. Especial BD. 2004.
  • Léon la came, vol II. Sylvain Chomet. Editorial Planeta-deAgostini. Especial BD. 2004.
  • Léon la came, vol III. Sylvain Chomet. Editorial Planeta-deAgostini. Especial BD. 2004.
  • Léon la came, vol IV. Sylvain Chomet. Editorial Planeta-deAgostini. Especial BD. 2004.

Notas
  1. Monographie. Editions de L’an 2. Col. Etoiles de l’image. 2003.

© Pedro F. Navarro, 2004

(Artículo publicado originalmente en la revista Las Estaciones de Nemo nº29 en la primavera de 2004)

martes, 8 de diciembre de 2009

Silencio


Silencio. Didier Comès. Colección B/N nº 11. Norma Editorial. Rustica. 134 págs. B/N.

Silencio es bueno. No conoce el significado de la palabra odio. Aunque tampoco conoce la palabra amor. Silencio es mudo de nacimiento. Sus ojos de serpiente unido a su falta de habla es la mezcla perfecta para que todos los habitantes de su aldea le crean ido y tonto. Beausonge es su aldea. Situada en las Ardenas, es un paraje primitivo donde las leyes ancestrales tienen una realidad desconcertante, y la magia, un remanso de existencia.

Didier Comès (Sourbrodt, Bélgica, 1942) sorprendió y desconcertó a los lectores de la revista A Suivre cuando esta historia fue serializada a finales de la década de los setenta. Hasta esa fecha había publicado tres álbumes: dos entregas de su personaje Ergun el errante, El Dios Viviente y El. Maestro de las Tinieblas, y La Sombra del Cuervo. Silencio supuso para Didier no sólo un cambio evolutivo sino el encuentro de su voz verdadera que le acompañará durante toda su trayectoria. Fue una ruptura global con su manera de entender la historieta. El elemento más adjetivo de esta transformación fue el abandono del color. Sus viñetas se pueblan de un claroscuro del que ahora es un maestro indiscutible. Sus decorados adquieren una vida deslumbrante, sus ambientes se vuelven más claustrofóbicos y la acción se sitúa en un entorno rural, que será, a partir de este momento, el paisaje de sus obras: Las Ardenas. Comès huye de la vertiente comercial del cómic en un salto suicida. Aparecen páginas mudas donde sus personajes deambulan envueltos en un paisaje voluptuoso e inhóspito que acentúa su soledad; donde los animales con su presencia y su mirada adquieren el valor de símbolos. La soledad del individuo, la incapacidad para comunicarse, y la venganza, entendida como el único camino para sobrevivir, serán las constantes en su producción. Aunque externamente los personajes de Comès se transforman, internamente no sufren cambio alguno. La bondad e ingenuidad de Silencio no cambia, aunque sus vecinos le perciben de distinta forma cuando su semblante se vuelve más serio.

Abel Mauvy es el dueño de la mayor granja de Beausonge. Es el amo de Silencio. Usa y abusa de él. Abel es supersticioso, llama a su vecino “la Mosca” para que, por medio de un sortilegio, proteja la granja de todo mal clavando en la puerta de la entrada una lechuza. Este acto desencadenará una serie de acontecimientos imprevisibles.
Treinta años después de su aparición Silencio sigue impactando. No se la pierdan.


© Pedro F. Navarro, 2009

(Columna Noveno Arte inédita, noviembre de 2009)

ACTUALIZACIÓN:

(Columna Noveno Arte publicada originalmente en el periódico 30 Días en diciembre de 2009)

lunes, 30 de noviembre de 2009

Las Ciudades Oscuras, 2009


Ha sido un año importante para la serie de Las Ciudades Oscuras.
Se han llevado a cabo diversos cambios y modificaciones: nuevas ediciones, nuevas revisiones, y además, la aparición de un nuevo título, aunque como veremos, no es tan novedoso como en un principio puede parec
er. Espero que estos breves apuntes les sirvan para conocer los cambios sucedidos en la serie. Cambios que si bien pueden parecer como ilógicos en otras series de cómic aquí cada vez que sus autores han considerado necesario retocar alguna parte de sus libros ya publicados lo han hecho pensando siempre en conseguir mejorar su trabajo.
Peeters en el apéndice de la nueva edición de La Sombra de un Hombre comentaba los cambios más importantes realizados en la se
rie durante su andadura “Un año después de la primera edición de Las Murallas de Samaris revisamos el final del álbum: era demasiado breve, hermético para una gran parte de nuestros lectores. Más tarde, añadimos un capítulo a La Chica Inclinada, modificamos El Archivista y ampliamos La Guía de las Ciudades”.


La Fiebre de Urbicanda (Las Ciudades Oscuras, volumen dos)

La nueva edición en rustica de este clásico indiscutible de la serie se realiza sobre un papel mate que nos devuelve una impresión más acertada de las tintas de Schuiten. Viene acompañada de un apéndice “La Légende du Réseau” que en principio ya fue publicado en la versión álbum, pero que ahora aparece con una nueva maquetación, más desahogada, que incluye un par más de ilustraciones en blanco y negro. El epílogo final recupera una historieta de tres páginas de 1997, “La dernière vision d’Eugen Robick”. Sin lugar a dudas esta edición es la más completa hasta la fecha.


El Archivista (Las Ciudades Oscuras, volumen tres)

La aparición en rustica de este tercer álbum d
e la serie no aporta cambio alguno a los ya realizados en la corrección y ampliación del libro en el 2000. Únicamente cabe resaltar que la edición está más contrastada, a mi parecer, sobre papel mate, dando mayor presencia e intensidad a las tintas.


La Sombra de un Hombre (Las Ciudades Oscuras, volumen once)

Es el tomo que más ha cambiado en la hist
oria de la serie de las Ciudades Oscuras. Esta nueva edición es una versión renovada de la publicada por vez primera en 1999. La Sombra de un Hombre era un trabajo del que no estaban satisfechos sus autores. Schuiten y Peeters decidieron abordar todos los cambios necesarios para mejorar el libro. El personaje principal se transforma entonces en el narrador de la historia, se eliminan cinco páginas de la versión anterior y se añaden ocho páginas nuevas, además de realizarse un número importante de mejoras en diversas viñetas como la orientación de las sombras, la reubicación de los personajes, cambios de plano, etc.
Todo este trabajo nos devuelve un álbum que ha ganado en profundidad, en intensidad, donde la historia se cierra con un final nuevamente elaborado, más poético que engrandece el resultado sin por ello perjudicar la calidad i
nicial de la historia.


La Théorie du Grain de Sable (Las Ciudades Oscuras, volumen catorce)

Acaba de aparecer la versión gigante e integral de los dos álbumes que forman esta historia. Similar a la que en su momento fue la edición gigante de El Archivista. Como ocurre con La Fiebre de Urbicanda se opta por un papel ma
te que nos devuelve las tintas de Schuiten con una intensidad que no se apreciaba en ninguna de las dos ediciones anteriores, tanto la de las dos partes originales, como la de cofre en apaisado.
Esta edición emociona, parece estar viva. Las sensaciones que me ha producido no las puedo transmitir en este breve acercamiento. Además, viene acompañada de un apéndice donde los autores nos muestran los referentes reales que han servido de decorado para la realización de esta obra.


Souvenirs de l’Eternel Present (Las Ciudades Oscuras, volumen quince)

Como les indicaba antes, este álbum es el que podríamos considerar nuevo. Aunque no es del todo cierto. Una versión primitiva de esta historia ya vio la luz. En aquel momento no se consideró su pertenencia a la serie. Es ahora cuando definitivamente se acaba por integrar como parte de Las Ciudades Oscuras. Este hecho se debe a su peculiar origen. Les explico. Raoul Servais es un reputado cineasta de animación. En 1987 contactó con François Schuiten para la creación de los escenarios de su próxima película: Taxandria. Schuiten debía de diseñar la ciudad homónima. Teniendo en cuenta que estos dibujos no iban a ser el punto de partida para la creación de los escenarios definitivos, sino que sus imágenes tal y como fueron concebidas serían el decorado final de la película. Raoul Servais partiría de estos decorados para incrustar en la película actores de carne y hueso. Taxandria sería una película de animación con actores reales. Tras un largo periplo con constantes reescrituras del guión inicial y numerosos problemas técnicos la película llegó a realizarse en 1994. Schuiten publicó en 1993 Souvernirs de l’Eternel Present dando a conocer el trabajo que había realizado para el film. Dieciséis años después, Schuiten y Peeters nos sorprenden recreando todo aquel material, aportando nuevas imágenes y soluciones narrativas para llegar a construir un álbum de historieta que intenta ser un acercamiento a la propuesta inicial de Raoul Servais. Y que, sin lugar a dudas, se convierte en un homenaje a una idea original que por diversos motivos no fue comprendida en su momento.
Aimé es un niño de diez años con la cabeza rapada. Vive en Taxandria una ciudad inmensa repleta de columnas y palacios desiertos. Sus habitantes tienen prohibido hablar del pasado y del futuro. Están sometidos a la ley del Presente Eterno.
Aimé es el único niño en una ciudad de hombres. Cuando pregunta por su madre, a la cual recuerda lejanamente, nadie le contesta. Un día entre las ruinas de una biblioteca encuentra un libro que se titula “Taxandria. Historia del Gran Cataclismo”.


Espero que les haya gustado este pequeño repaso, ya me comentan.

© Pedro F. Navarro, 2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

Sandman. Noches Eternas

Es el regreso de Neil Gaiman al personaje que se lo ha dado todo, al personaje que inundó su vida y sus sueños desde aquel huracán de finales de 1987 hasta 1996. Tras siete años desde que acabase su serie, tras cinco desde que publicase aquella última incursión con el cuento ilustrado Cazadores de sueños.

Una historia con final

Traje y capa morada, sombrero y mascara de gas, su nombre Wesley Dodds; T
raje rojo y amarillo, miles de monitores rodeándoles en una burbuja perdida en el sueño, sus nombres Dr. Garret Sandford y Hector Hall. Todos diferentes, todos Sandman. Tres personajes, partes de un mismo sueño.
Verano de 1987, Neil Gaiman escribe el borrador inicial de la que será su primera obra para DC Comics, Black Orchid, concretamente el núm
ero 1, en una nota comentaba al dibujante Dave Mckean: “Incidentalmente... una idea que me gusta pero que puede parecerte demasiado banal, es que, si como ahora, hay mucha gente dentro de un sueño, incluyamos personajes de la Corriente Onírica DC. Puesto que los sueños son de todas maneras ilógicos, poner a Caín y Abel de camareros, o a Sandman, Bruto y Glob en una esquina, en un ángulo raro, mientras pasa el taxi, tendría un cierto sentido, complicado y tramposo. No destacarían, sólo estarían allí.”
Del segundo borrador desapareció, pero en la mente del guionista empezó a bullir aquella idea.

El autor había barajado c
on DC Comics una lista de personajes con los que estaba interesado trabajar, entre ellos curiosamente no estaba Sandman, pese a que tenía en mente hacer algo con la versión que realizó Jack Kirby en los 70, como le mencionó de pasada a Karen Berguer en septiembre de 1987 durante la Convención de Cómic inglesa celebrada en Londres. Su intención primera era la de realizar una serie de terror, no una serie de superhéroes. Un tiempo después recibió una llamada de teléfono, era Karen, querían que realizara un cómic de Sandman, la única limitación que le imponían era la conservación del nombre, el resto corría de su cuenta, tenía el camino libre.
Por aquellas fechas un huracán comenzó a asolar el Sur de Inglaterra, Neil Gaiman sólo pensaba en la historieta. Cuando regresó la electricidad escribió compulsivamente treinta folios con el argumento de lo que más tarde serían los ocho primeros números de la colección, lo envió a la editorial. El proyecto fue aceptado. Sandman, tal y como lo conocemos, había nacido.

La serie duró setenta y cinco números, un espe
cial y dos historias cortas desde enero de 1989 hasta marzo de 1996 englobados en un total de diez arcos argumentales 1, además de un cuento ilustrado aparecido en 1998 2. Contó la historia que quería contar, y su editorial respetó su silencio, respetó su obra.
En el año 2003 se celebraba el décimo aniversario del sello Vertigo. Karen Berguer propuso a Gaiman contar una historia más de Sandman para tal efemé
ride.
Durante dieciocho meses el autor escribió Noches Eternas. En septiembre de 2003 apareció el libro en Estados Unidos, Sandman regresó.
Un libro que contiene el universo

Un hombre se propone la tarea de dibujar
el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes... Poco antes de morir descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.
Jorge Luis Borges

Noches eternas no es sólo una colección de historias sobre los Eternos. Narra olvidos y desilusiones, trozos de papel flotando en el agua, sangre derramada sobre una mesa, dones fugaces en el alba de los tiempos, el abandono de tu cuerpo sobre una calzada, canciones de lagartos y sueños de peces-pájaro, búsquedas lejanas. Sus páginas
nos devuelven unos personajes ya conocidos pero sin embargo una vez que se inicia la lectura se nos antojan nuevos, es el mayor merito de estas historias. No nos hace falta el recuerdo anterior para disfrutar del libro. No importa si no conoces a Sandman, no importa si no has leído nunca nada de este personaje, y al mismo tiempo, si lo has hecho, no importa todo lo que has leído, no importa, porque los senderos siempre han estado ahí, y este es el destino de todas las historias, ser caminadas por la lectura. Noches eternas no es sólo una colección de historias sobre los Eternos.
Muerte y Veneci
a la primera historia es dibujada por P. Craig Russell, el único autor del presente libro que había trabajado anteriormente con Neil Gaiman, narra paralelamente la historia de un conde y su sequito viviendo un repetido día perfecto y la historia de un soldado de permiso en Venecia. Una Venecia lluviosa y nublada envuelta en sombras que contrasta con la luminosidad de la historia del conde o la luz irreal de los recuerdos del soldado.
Lo que he saboreado de Deseo está dibujada por Milo Manara, y el hecho de que aceptara esta historia es uno de los motivos fundamentales de la existencia de este libro. Es una historia de amor no correspo
ndido cuya búsqueda por parte de la protagonista femenina del deseo del personaje masculino nos arrastra hasta una resolución determinada por el nacimiento del deseo colectivo.
El corazón de una estrella dibujada por Miguelanxo Prado es quizás la historia más redonda, es una historia que nos transporta hasta un alba de los tiempos en donde todo es nuevo, en donde todo nada más ha comenzado a existir. Una historia narrada por un “padre” a su “hija” mientras empieza a dormirse. En esta historia vemos a los Eternos en sus orígenes, y vemos el nacimiento de una enemistad entre dos de ellos. Es la única historia de todo el libro en la que aparecen los siete eternos, y la única que inte
nta estar enlazada con una cierta continuidad dentro de la línea superheroica de Dc Comics. Como podemos ver en el personaje Sto-Oa, reminiscencia del origen de los Green Lantern Corps, o en el diálogo premonitorio que tienen Desespero y Rao, el sol de Krypton.
Quince retratos de Desespero es dibujada por Barro
n Storrey y diseñada por Dave Mckean, no es una historieta sino quince relatos ilustrados breves que intentan mostrarnos matices de la propia desesperación y que a la vez nos devuelven el propio retrato del personaje. Colores térreos que nos muestran manchados en un rojo sangre lo terrenal, imágenes de las que emanan reminiscencias del mejor Francis Bacon y le dan a las historias el soporte perfecto.
Hacia adentro es dibujada por Bill Sienkiewicz la realidad y lo ficticio se entremezclan en un vi
aje al centro de la locura, personajes reales envueltos en desnuda tinta china deambulan por un imaginario mundo repleto de brillantes colores, lo real no tiene sustancia y los peces lo envuelven todo soñando volar como pájaros hacia un lejano fundido en blanco.
Destrucción con dibujo de Glenn Fabry es sin lugar a dudas la historia con un dibujo más previsible y menos sugerente. Es la historia de una arqueóloga que realiza un viaje hacia una excavación secreta en una península que hace un año no existía.

Noches eternas es la última historia dibujada magistralmente por un Frank Quitely que sabe conjugar los mejores recursos de la ilustración para envolver un sugerente texto
del guionista dándonos siempre la sensación de leer en viñetas pese a la ausencia de marco.
El guionista cierra en esta historia el libro que adquiere unas connotaciones que unen todos los relatos confiriéndole una extraña coherencia.Siete relatos uno para cada miembro de la familia de Sueño. Gaiman no ha olvidado al niño que fue porque nunca ha dejado de serlo. Sus historias son las historias que, como niños, nos hubieran gustado que nos contaran. Nos fascinan porque tocan la fibra del niño que todos ocultamos en nuestro interior. Del niño que reprimimos y que el autor consigue hacernos aflorar. Gaiman cuida cada detalle de sus guiones, cada guiño, cada personaje es mimado, nos ofrece estructuras narrativas coherentes, cerrando espléndidamente cada una de las historias. Historias que se nos quedan prendidas.
Un libro se cierra y una pregunta queda en el aire.

¿Cuál es el destino de todas las historias?

Felices sueños.


1.- Preludios y nocturnos. La casa de muñecas. País de sueños. Estación de Nieblas. Un juego de ti. Fábulas y reflejos. Vidas breves. El fin de los mundos. Las benévolas. El velatorio.


2- The Sandman: Cazadores de Sueños.



© Pedro F. Navarro, 2004


(Artículo publicado originalmente en la revista Las Estaciones de Nemo nº28 en el invierno de 2004)

jueves, 12 de noviembre de 2009

Miradas. Entrevista a Miguel Calatayud III

Ilustración inédita de "Kembo. Incidente en la
pista del circo Medrano" de próxima aparición.

¿Cuál es el trabajo más atípico que has realizado?

Bueno, ilustraciones para un libro tan difícil como “El viaje en autobús de Josep Pla”. Imagínate, son consideraciones del escritor sobre lo que le rodea, sobre lo que experimenta. No hay personajes. Posiblemente escenarios sí, porque trabaja mucho con temas geográficos, con temas de cierto costumbrismo, con referencias al momento, etc. Pero, ¿Qué ilustramos? Es el punto de vista de un señor que escribe. Pues lo he llegado a hacer sin apartarme de mi registro para infantil, juvenil. Otro trabajo que me encargaron fue una serie de doce ilustraciones sobre la Guardia Real. Era un libro donde abundaba la fotografía pero querían que hubiera una serie de doce láminas, de doce momentos históricos de la evolución del cuerpo. Tuve que documentarme. No sé si cualquier persona que realiza literatura infantil podría hacer un encargo como éste sin renunciar a su voz. Tuve que resolver aquello. En ningún momento de mi vida se me habría ocurrido tocar este tema. Sí que he hecho temas históricos en donde hay batallas y hay de todo. Pero no de la Guardia Real. Uno piensa y duda. Es un libro regalo que se le va a entregar, incluso a la Familia Real, y que la propia Guardia Real va a recibir. A lo mejor, hago las narices un poco exageradas y exagero o deformo los cuerpos o las proporciones. Finalmente acabé haciéndolo y ví que se aceptó con mucho agrado. Hasta cierto punto, es una visión original porque no es la clásica estampa documental.

¿Cuándo realizas tus trabajos, te influye el pensar a qué público va dirigido?

Soy autodidacta, nunca llegué a trabajar con
un maestro, hay gente que ha aprendido trabajando con otra gente. En mi caso no fue así. Apliqué las cositas que había hecho de forma ingenua y más tarde pasadas por el tamiz de Bellas Artes empecé a entender lo que es vulgar y lo que no tiene el carácter que debería tener. A esto lo llamo la honradez profesional. ¿Te pones en la mentalidad de los niños para hacer un libro para niños? No, como me voy a poner en la mentalidad de los niños. Soy una persona responsable. Entrego a los niños lo que creo que les debo entregar y lo que les entrego tiene que empezar gustándome a mí, si no me gusta, lo rehago. De hecho, a veces, he tirado un trabajo, aunque no un libro entero. He iniciado algo, he visto que no resultaba y he vuelto a empezar. Uno tiene que estar de acuerdo con lo que está entregando. Este trabajo está hecho para ser reproducido, y esto se olvida a menudo. La gracia de nuestro trabajo y el interés que tiene es su amplitud. Llega a muchísima gente. Las posibilidades de difusión son tan maravillosas que a uno le emociona. A veces hacemos trabajos de animación a la lectura. Ahí conectamos con el público que conoce el libro, con niños, con adultos, con profesores y es cuando detectas realmente las cosas que funcionan y las que no, al margen de tu propuesta, claro. Recibes un mensaje de primera mano que se agradece. Todo esto da una disposición responsable hacia nuestro trabajo. Siempre existe el peligro de los convencionalismos. Llamo convencionalismos a las cosas que no aportan nada, entiéndeme, el asunto vulgar. Por ejemplo, los ojitos que quedan muy graciosos, o las posturitas, o insistir sobre las cosas mil veces hechas. Que por muy bien que se hagan funcionan en el mercado americano y en otros mercados pero que si no me aporta nada visualmente y no veo hallazgos me deja de interesar. A mí los tebeos no me gustan como me gustaban antes, ya los leo de otra forma, si es que los leo. También se agradecería por parte del público un poquito de reflexión. Hablábamos de buenos profesionales y también deberíamos hablar de buenos lectores, de buenos espectadores que estén dispuestos a ver más allá de lo que sería la simple contemplación. Hay gente preparada que opina que la lectura va a la inteligencia y no la contemplación. Parece que abrimos los ojos y ahí se acaba el proceso. Esto está por ahí escrito en algún libro de cierta especialización. No sé si a tí y a tus lectores les consta que no está bien visto si el niño lee tebeos, o si el niño se aficiona a libros donde hay mucha imagen y poco texto. Porque el niño lo que tiene que hacer es leer, la capacidad de leer es lo que le convertirá en…, en fin. Así, la lectura del tebeo, del libro infantil-juvenil se va a quedar en nada. Vamos, esto para mí es una barbaridad.

¿Qué le recomendarías a un autor joven?


Odio las recomendaciones. La gente buena siempre ha olvidado lo que ha leído, es decir, quien ha tenido un valor y un peso histórico siempre ha terminado olvidando todo lo que le enseñaron. Esto no quiere decir que desprec
ie las enseñanzas. Siempre dejan un poso valioso. Un ilustrador, un autor joven lo que tiene que hacer es enfrentarse con su propia experiencia, con su propia forma de entender las cosas y llevarlas al trabajo, a la labor. Alguien puede optar por diversificar su forma de trabajar o bien no buscar un estilo definido, pero éste no es mi caso, mi estilo sí se identifica. A lo largo de los años he hecho lo que pensaba que tenía que hacer, Para mí en la ilustración y por qué no decirlo, en el cómic, me da la sensación que tienes que buscar no una técnica, sino la capacidad no sólo de hacer un cuento infantil, juvenil sino, si se presenta el caso, de hacer un cartel para unas fiestas populares, un cartel muy serio, un trabajo publicitario, etc. Estás empezando en esto, estás introduciéndote, estás creando un registro que te va a obligar siempre al relato infantil que sabemos que tiene unos ticks, unas características que, como va dirigido a los niños, permite determinadas cosas que no permite un trabajo dirigido a adultos. Creo que esta consideración es clave, es decir, me estoy metiendo en un territorio, en un camino, en una línea de trabajo que me debe permitir en un futuro no traicionarme a mí mismo, no tener que cambiar de estilo o de forma de trabajar si el trabajo es más serio, más divertido, si es humorístico, o si es dramático. Esta consideración para mí es clave, espero que pueda resultar interesante.
Desde luego. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Acabé un librito para Bromera. Es una pequeña historia para niños muy pequeños de un reloj de cuco que en vez de hacer “cu-cu” dice “ca-ca”. He trabajado en cartelería y he hecho una agenda para un colegio. Ahora estoy acabando un libro para la editorial Kalandraka. Es la historia simpática de un león, con dos partes diferenciadas, su vida en África y su vida en un circo parisino. Se titula “Kembo. Incidente en la pista del circo Medrano”, el texto es de un autor valenciano, Carlos Pérez. Esperamos que salga para Navidad.

En 2006 presentó en el Teatro Wagner de Aspe el libro “El bosque de mi abecedario” ¿Cuándo volveremos a tenerle entre nosotros?


Siempre que ha surgido algo en Aspe ha sido iniciativa del Ayuntamiento, de la Concejalía de Cultura o de la Biblioteca. Siempre quedé muy satisfecho del resultado. La última vez fue con motivo de una exposición que se presentó en el tristemente desaparecido Salón del Libro de Alicante. Trataremos de presentar el de Kalandraka. Cesar Martín, el delegado editorial, tiene interés en que la hagamos en Alicante.
Abrazos y saludos a todos los amigos y amigas de la comarca.

Gracias por tu tiempo Miguel. Esperamos volver a verte pronto presentando próximos proyectos.

© Pedro F. Navarro, 2009

viernes, 16 de octubre de 2009

Miradas. Entrevista a Miguel Calatayud II

Ilustración inédita de "Kembo. Incidente en la
pista del circo Medrano" de próxima aparición.


¿Qué diferencias hay entre el trabajo de un ilustrador y el de un dibujante de cómic?

No está mal reflexionar un poco sobre lo que es el trabajo de realizar ilustraciones para un libro y el trabajo en el cómic, entendiendo que la máxima relación con la ilustración se da cuando trabajamos con un guión de otra persona. En ilustración, hasta cierto punto, podemos mostrar y ocultar al mismo tiempo. Si del relato literario
hay algo que no me interesa o que no me conviene ya que puedo tener tendencia a una determinada imagen, a un determinado ambiente, entonces me interesa más ilustrar eso que no otro pasaje que me puede ser más incómodo. Bien porque no va con mi forma de entender las cosas, o bien por la representación de elementos que elegiría. Es decir, cuando hacemos ilustración podemos elegir los momentos y podemos ocultar las cosas que nos interesa que no sean mostradas. Además, la ocultación tiene su interés, crea misterio, no hay por qué enseñarlo todo. En ilustración se nos considera muy ligados a la literatura, yo siempre he defendido que estamos más ligados al cine. Nuestro trabajo es visual. Incluso a veces, defiendo que en un libro ilustrado hay dos vías: la vía literaria y la vía gráfica, El libro está conseguido cuando tiene una presencia en las imágenes y ya no te lo puedes imaginar de otra forma. En este caso, normalmente suelen estar implicados tanto el ilustrador como el autor literario, hay afinidad.
En el có
mic hay que mostrarlo todo. Estamos hablando de un relato absolutamente visual. De un cómic planteado de forma que existe un guión previo y que llevo ese guión a imágenes, porque cuando el guión es del propio dibujante, hay más margen ya que si algo no me interesa puedo, no ocultarlo, sino eliminarlo directamente. Aunque efectivamente, hay que mostrarlo todo porque al ser tan visual no puedo parcelarlo. Una escena la puedo resolver con primeros planos y así evito otras cuestiones, pero a lo largo del relato visual es difícil de mantener, llega un momento en que tienes que mostrar escenarios o tienes que mostrar puntos de vista que a lo mejor te crean complicaciones. Siempre pongo un ejemplo, de hecho es un trabajo que hice. Volvamos al tema de la ilustración, imaginemos una escena que a mi no me interesa para nada. Una señora está hablando con una criada y hay una presencia fantasmal que aparece entre cortinas y observa ¿Cómo lo resuelves? ¿Con una conversación? No me atraía, es una escena de cierta vulgaridad, no ofrece posibilidades de sorpresa. Recuerdo que la resolví cargando el verdadero valor de la imagen en las cortinas. Las cortinas desarrollaban una escena de trovadores, de figuras fantásticas, era como un tapiz y ahí basaba el valor de la imagen. Las cortinas se abrían, aparece la presencia y en el primer plano las dos figuras se enfrentaban la una con la otra, pero el verdadero valor del dibujo no aparecía en el texto porque estaba representado en las cortinas. La traslación de esta imagen considerada como ilustración al mundo del cómic, que es más relato, que es más secuencia, es complicada. En cómic no nos podemos detener a entretenernos porque lo que nos interesa es el desarrollo argumental, el avance de la tensión narrativa, etc.
He usado, de cuando en cuando, la imagen a toda página.
En mi trabajo en cómic le he prestado un cierto interés. De la misma forma que en un film, la tensión narrativa se detiene ante un escenario, ante una imagen espectacular ¡Hasta los grandes del cine se detenían a veces! Probablemente esa imagen a toda página analizada tiene más que ver con la ilustración que con el propio relato.
¿Puede un libro ilustrado tener el carácter de cómic?

Una narración gráfica probablemente no tendría el carácter de cómic como sucesión de viñetas, pero por qué no resolver esta cuestión con imág
enes a toda página. Perderíamos la secuencia, aunque también la secuencia podría estar dentro de esa gran imagen que ocupara toda la página. Bueno por ahí creo que iría ese enfoque.

¿Detendría la secuenciación?

No hay que olvidar que la secuencia puede estar dentro de esa imagen…

¿Un segundo plano donde transcurre la
acción?

Efectivamente, incluso aunque sea un recurso
histórico de pintura. A veces un determinado pintor en el mismo cuadro desarrollaba una secuencia. Es decir, vemos cómo unos personajes salen por la puerta de una ciudad, en otro lado del cuadro vemos que están atravesando el puente de un río, y en un plano cercano, están los dos conversando con un caminante. En la misma escena hemos desarrollado toda la secuencia. Incluso en pintura religiosa es muy frecuente la vida de un determinado santo. Lo vemos joven hablando con alguien, a la derecha lo están martirizando y, al otro lado está en el cielo. Es muy frecuente. En realidad todo es imagen al servicio de un relato. No se puede juzgar la imagen por sí sola sin desvincularla del relato. En el cómic esto tiene más importancia todavía porque la relación entre texto e imagen es lo mismo, por decirlo de alguna manera, el texto es dibujo también…

Es una simbiosis…

El texto es dibujo ¿por qué no? Mientras, en ilustración hay que diferenciar, hay libros y libros. El libro que de cuando en cuando ofrece una página de ilustración, era el libro ilustrado de siempre. Luego hay libros donde la relación entre imagen y texto está al cincuenta por ciento, es decir, hay páginas completas de texto, hay páginas completas de dibujo, hay más frecuencia de dibujo. Luego están los álbumes, el texto queda reducido al mínimo, son lo que llamamos álbumes infantiles. Aquí el gran protagonista
es el relato grafico, las imágenes, que, a veces, llegan a ocupar el noventa por ciento del libro, quedando el texto reducido a una pequeña parte. El protagonismo gráfico es total, el libro se convierte en un objeto, un objeto cultural, sigue siendo libro por las características del producto. Incluso por ahí fuera ya es materia de coleccionismo. Siendo un libro infantil lo compran los adultos porque se deleitan. El valor del texto no hay que olvidarlo nunca, estamos trabajando al servicio de una invención literaria. Cuando me preguntan sobre esto pongo el ejemplo del libro sin palabras. El libro sin palabras es un relato gráfico total porque no interviene el texto, pero ¿eso excluye a un autor literario? Alguien ha desarrollado una idea, le ha dado unas características y no utiliza la palabra como recurso, pero le da todo el desarrollo argumental. El referente seria el cine mudo, no hay palabras, pero hay un guionista, hay alguien que inventa.
Igual ocurre en el cómic. Hay historietas mudas que tienen un guión, un tiempo de reloj, un tono, etc.

Evidentemente.

Cuando trabajas a partir de un tema ¿Cómo surge esa invención, esa idea, ese giro visual que hace genial a la imagen?

El tema de lo que es la invención afecta más a la ilustración que al cómic, pero hasta cierto punto. El tema está dado porque es la labor del autor literario, en el caso del cómic sería el guionista. A partir del tema surge la idea, la idea son estos recursos ingeniosos, el encontrar una solución visual que no es la forma de representarla porque la forma de representarla ya es la aportación del estilo del dibujante. Podría haber una fase intermedia a partir del tema, de esta sugerencia porque aún no representamos. Ahí puede haber una idea incluso ajena al dibujante, en la fase de representación podría haber a mi lado alguien, como un director de arte. La idea también puede ser mía pero el último escalón sería la ejecución, la forma de presentar esa idea. A veces no se tiene en cuenta, porque el dibujante no se pone a dibujar sin más, tiene primero que pensar, esto es lo que llamo la idea, la idea a partir del tema. No funciona tanto en el cómic aunque podría darse el caso de un tándem: uno piensa a partir de un guión, esto lo vamos a resolver así o asá, y luego la mano ejecutora, que indudablemente puede ser genial. En fin, que funcionan cosas que no son el propio dibujo sino una fase intermedia que yo creo que a veces el público, el lector, olvida: el ingenio sobre la técnica del dibujo, la fase de pensar.

Normalmente se piensa que el dibujante se tira en plancha, por así decirlo, a hacer el dibujo sin tener la gramática.

Cierto, pero a veces se confunden con el guión. El guión está resuelto. Pero al convertir el guión en imagen pueden surgir ideas, ideas que se aplican sin perjudicar el texto. Por ejemplo, en el terreno cinematográfico, la fotografía cinematográfica es un elemento pero las ideas que aporta el director sobre determinadas cuestiones, cómo presentar aquello, cómo disponer la cámara, bueno hay muchos ejemplos que no vamos a entrar. Pero está claro cuando hay ingenio, no sólo imagen, sino ingenio detrás…

….y además puede ser narrativo, a ver, el caso más innegable, la presentación del personaje principal de la película Casablanca, por ejemplo.

Evidente. (Risas) Se puede hacer de una forma vulgar o de una forma pensada, estudiada. Cuando hablamos de dibujo, de ilustración, de cómic, creo que es lo que define a un gran autor, a un autor interesante de otro autor que puede ser un genial dibujante pero le falte ese aspecto ingenioso, ese aspecto de darle vueltas al asunto para aportar algo más que el mero dibujo genial.

(Continuará...)

© Pedro F. Navarro, 2009

lunes, 5 de octubre de 2009

Miradas. Entrevista a Miguel Calatayud I


Miguel Calatayud (Aspe, Alicante 1942) es ilustrador y dibujante de cómic. El pasado 15 de septiembre obtuvo uno de los más importantes galardones por el conjunto de su obra, el Premio Nacional de Ilustración 2009. Artista de mirada radical, lleva cuarenta años deleitándonos con sus propuestas fuera de toda tendencia o catalogación. Ha realizado cerca de medio centenar de libros de ilustración y una decena de álbumes de historieta con textos propios y ajenos. Nos hemos desplazado hasta Valencia para recoger de primera mano sus impresiones y realizar un acercamiento tanto a su persona como a su trabajo.

En una carrera tan plagada de éxitos y rec
onocimientos, inclusive de la crítica ¿Cómo te sientes con este galardón? ¿Lo esperabas?

Respecto al momento ha sido una absoluta sorpresa. Este reconocimiento me halaga, me contenta, vamos que me encuentro muy bien. Este premio es interesante por dos aspectos. Primero porque se decidió que se concediera al trabajo visto de forma retrospectiva a toda una vida. Si alguien ve mi currículo se encuent
ra con que ya lo había recibido con anterioridad. No es exacto, porque el reconocimiento de ilustración de carácter nacional se concedía antes a un título de un libro y un año de publicación concreto. Ahora se intenta que el premio de ilustración esté homologado y al mismo nivel que el resto de reconocimientos artísticos y se concede desde hace ya un año a una trayectoria. Segundo creo que es muy bueno para la profesión porque sitúa a todos los colegas al mismo nivel de calidad que el teatro, el cine, el trabajo literario y es, cada vez más, normalizar lo que es la consideración respecto a la ilustración. Me parece importante, al margen de mi alegría por haberlo recibido, ya que a lo ancho y largo del estado hay gente que ha dedicado a esto toda su vida y que ahora tengan la posibilidad de ver su trabajo reconocido de esta forma me parece valiosísimo. Ya era hora.


¿Cuándo decidiste ser dibujante? ¿Fue un impulso consciente, fue vocacional?

La aproximación al trabajo de ilustrador viene dado primero por un disfrute como contemplador, como admirador, vives esto en la infancia, te gusta, te atrae. A mí me toco vivir la posguerra, no la inmediata posguerra pero casi, el tebeo para nosotros era la posibilidad de volar, de viajar, de estar en otros lugares, de conectar con héroes queridos, por no hablar del cómic de componente humorístico, de las páginas de revistas como Pulgarcito, como del TBO. Ahora las vemos con otros ojos porque para nosotros son documentos. Este disfrutar contemplando te lleva evidentemente a hacer pinitos, y empezar a hacer dibujitos. Luego un amigo te lleva a probar alguna técnica porque te dice que hay unas tintas y que con esas tintas metes un color que queda mejor, es decir, que es como una cadenita que te va aproximando de una forma absolutamente ingenua y sin ninguna pretensión. Nunca pensé que me dedicaría a esto. En mi caso fue una progresión. En mi etapa de formación estaba atentísimo a todo lo que se producía, a todo lo que nos llegaba, porque eran otros tiempos, ahora las posibilidades de información son totales, pero en nuestra época te llegaba algo con una revista Marie Claire de Francia, una publicación inglesa, una de Norteamérica, había que buscarlo. Todo lo acabas integrando en tu evolución. Siempre he defendido que un dibujante o un artista que se dedique a esto tiene que estar atento a todo lo que se está haciendo. Supone una constante inquietud. En resumen, es una evolución generada primero por tu interés, por esa labor como admirador, como lector, como disfrutador. Luego, de alguna manera, tomas la decisión de involucrarte profesionalmente. Hay un aspecto fundamental, que es la dedicación de tiempo. Esta no es una labor que se puede despachar alegremente en un ratito, hacerla con responsabilidad requiere de tiempo, no sólo de ejecución sino de reflexión.


¿Cuál es el proceso de trabajo que sigues desde el papel en blanco hasta que acabas una ilustración o una página de cómic?

Cuando me enfrento con el papel en blanco siempre da un poco de vértigo pero tiene el atractivo de lo que va a ocurrir. Con un primer boceto no te basas en nada, y si cuentan que tienes el dibujo en la imaginación, lo que tienes es una tendencia, tienes una idea, pero la idea no toma forma hasta que la presentas. Para mí es un momento absolutamente precioso. Aunque vayas a tantear. Acabo de hacer un cartel para unas fiestas de Bocairent. A veces, te quedas pensando con la pluma estilográfica, haces un monito pequeño, tamaño sellito, y uno, me dio la clave del cartel. Hasta el punto de que fui a una fotocopiadora a ampliar. Luego lo cambias y lo enriqueces. Después, es un proceso. Es considerar las dimensiones, ajustar proporciones, llegar al formato, el estudio de color, etc. Frente al papel en blanco funcionas de una forma inconsciente, como si hicieras apuntes, como si hicieras bocetos y cuando sale algo interesante, he de confesar, que es el momento más apasionante, más emocionante, es el momento de autentica creación. El papel estaba en blanco, la idea no existía, y de pronto, aparece.

(Continuará...)

© Pedro F. Navarro, 2009

(Columna Noveno Arte publicada originalmente en el periódico 30 Días en septiembre de 2009)